En Quito, una farmacia que vendía medicamentos caducados fue clausurada. La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) identificó este sitio gracias a denuncias ciudadanas.
En el establecimiento, los técnicos de Arcsa detectaron más de 5.600 medicamentos con novedades. No tenían registro sanitario, estaban adulterados y caducados. Además, expendían muestras médicas cuya venta está prohibida.
El local fue clausurado y los productos fueron retirados de la venta al público, pues ponían en riesgo la salud de los ciudadanos.
Denuncias
La Arcsa tiene a disposición su aplicativo móvil para que los ciudadanos puedan presentar denuncias sobre establecimientos que infrinjan las normas sanitarias. Estas denuncias se receptan de forma anónima.