La primera reunión del Consejo Nacional de Trabajo y Salarios (CNTS) para definir el salario básico unificado (SBU) que regirá en 2025 se llevará a cabo este jueves 5 de diciembre, confirmaron a este Diario tres de los integrantes del organismo, que está conformado por representantes de sindicatos, así como delegados de los empleadores y por el Ministerio de Trabajo.
Así lo indicaron Xavier Rosero, vicepresidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor) y uno de los representantes de los empleadores; Marcela Arellano, presidenta de la Confederación de Organizaciones Sindicales Libres (CEOSL) y delegada del Frente Unitario de Trabajadores (FUT); y Cristóbal Buendía, procurador de la Federación de Trabajadores Públicos y Privados (FTPP).
Los tres confirmaron que la cita fue convocada por el Ministerio de Trabajo y tendrá lugar a las 11:00, en las instalaciones de la Cartera de Estado, en el norte de Quito.
El salario básico que rige actualmente es de $ 460, que fue fijado por el Ministerio de Trabajo en diciembre de 2023 debido a que no hubo consenso entre empleadores y trabajadores.
Para la nueva jornada de discusiones el FUT ya ha manifestado que su propuesta será que la remuneración se establezca en $ 564, lo que implica un alza de $ 104 al valor actual. El argumento de la organización, que agrupa a varios sindicatos, es que con ese monto se cubrirá el costo de la canasta básica vital, mejorará la capacidad adquisitiva de los trabajadores, aumentará el consumo y, por ende, las ventas de los negocios.
Sin embargo, los empleadores han anticipado que el planteamiento del Frente Unitario no tendría sustento técnico debido a que las condiciones del país no se prestan para pensar en incrementos al salario, ya que se encarecerían los costos para las empresas en momentos que se traviesan dificultades económicas por la crisis energética.
Para el primer encuentro previsto para el jueves se espera conocer las cifras oficiales del Gobierno sobre la situación económica del país y proyecciones para 2025, como el índice de inflación, productividad, incidencia que ha tenido la crisis energética, entre otros, comentó Cristóbal Buendía.
A partir de esos datos el Frente de Trabajadores Públicos y Privados estructurará la propuesta que presentará en la siguiente reunión. La organización abogará por un incremento salarial, con base en un enfoque técnico “y no sobre una subjetividad que levante faltas expectativas”, dijo el procurador.
“El derecho laboral es un derecho progresivo y dentro del esquema laboral la remuneración es uno de los mejores elementos para materializar esa progresividad”, aseveró Buendía, quien señaló que la aspiración es alcanzar un acuerdo en el Consejo de Trabajo sobre elementos técnicos.
En 2023 la discusión del salario básico empezó en noviembre. En la primera reunión del Consejo de Trabajo funcionarios del Banco Central del Ecuador (BCE), del Ministerio de Finanzas, entre otros, expusieron indicadores macroeconómicos con cifras proyectadas a 2024.
Para la segunda reunión los representantes de trabajadores y empleadores expusieron sus propuestas. Y en el tercer encuentro se discutieron las iniciativas, pero no se llegaron a acuerdos. Así que quedó en manos del Ministerio de Trabajo determinar el valor y finalmente fijó un aumento de $ 10, con lo cual el salario subió de $ 450 a $ 460.
En criterio del economista Segundo Camino, docente de la Universidad Espíritu Santo (UESS), ante la situación que a traviesa la economía “en este momento Ecuador no tiene las condiciones para subir el salario básico”.
Hay varias razones que no hacen viable un aumento salarial, según el experto. Este año las empresas han tenido un golpe “abrupto” por los apagones, por lo que hay una fuerte caída en las ventas y varios negocios han cerrado porque sus ingresos se derrumbaron.
“El hecho de querer aumentar el salario básico pudiese llevar a que, inclusive, aumenten los despidos en enero del año 2025″, advirtió Camino, al tiempo de explicar que los costos laborales en Ecuador son elevados y se incrementarían más, lo que dificultaría la contratación de nuevo personal porque sería más costoso.
“Esto no solamente tenemos que medirlo desde el punto de vista del salario, sino también de los incentivos sociales, es decir, seguridad social, décimo tercero sueldo, décimo cuarto sueldo, etcétera. Es decir, no debemos pensar el aumento del salario sólo desde el punto de vista del salario bruto que voy a recibir mes a mes, sino también de los beneficios sociales que también se incrementarían al aumentar el salario de un trabajador”, describió.
El Código de Trabajo establece que si no hay un consenso entre trabajadores y empleadores, el Ministerio de Trabajo definirá el salario básico con base en la cifra oficial de la inflación proyectada para el siguiente año.
Ante el posible escenario en el que nuevamente no se logre un acuerdo en el Consejo de Trabajo, y sea otra vez el Ministerio el responsable de fijar la remuneración básica de 2025, Segundo Camino estima que es probable que la Cartera de Estado se incline por subir el salario incluso más allá de lo que indique el índice de inflación proyectada, ya que podría intervenir el factor político debido a que se acercan las elecciones generales, en febrero, donde el presidente Daniel Noboa buscará la reelección.