Este lunes 21 de julio, el asambleísta Santiago Díaz Asque fue trasladado a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado. Estaba prófugo desde hace más de dos semanas, cuando se le inició una investigación tras la denuncia que lo señaló como autor de una violación a una niña de dos años en Quito.
El ministro del Interior John Reimberg publicó fotos de Díaz escoltado por miembros de la fuerza pública y dijo que la captura se produjo gracias al trabajo coordinado y de investigación de la Policía y la Fiscalía. Todavía no se conocen los detalles de en qué condiciones se produjo la entrega o captura del todavía asambleísta. Se espera que, en las próximas horas, la justicia decida si le dicta prisión preventiva o alguna otra medida sustitutiva para continuar con el proceso legal en su contra.
Inmediatamente, luego de los comunicados de las autoridades, el expresidente Rafael Correa escribió en sus redes sociales: “Me alegro mucho que haya hecho eso Santiago. Todos debemos velar por el debido proceso y que se esclarezca este tan abominable caso.”
Asimismo, se espera que la Asamblea emita algún pronunciamiento ya que Diaz Asque pidió cuando salió a la luz la denuncia y todavía mantiene su puesto como legislador.
Santiago Díaz era parte del correísmo
Díaz llegó como suplente de la asambleísta por la Revolución Ciudadana Priscila Schettini, quien fue impedida de ocupar el cargo por una sentencia del Tribunal Supremo Electoral.
Pero Díaz era un correísta de larga data. Fue hombre fuerte de Rafael Correa dentro de la Senain, entre el 2014 y el 2018, por ejemplo.
El 8 de julio empezó a divulgarse la denuncia en su contra. Pero en sus redes sociales, Díaz se defendió y calificó de ‘ruin montaje judicial en mi contra’ a la denuncia. Alrededor de las cuatro de la tarde de este martes 8 de julio en su cuenta de X posteó: “en su afán de silenciar mi incorruptible voz crítica, ahora utilizan una bajeza en mi contra y montan y caso imposible; su voracidad no tiene límites ni escrúpulos; no reparan ni un solo momento en el daño que provocan sobre la vida de las personas”.
Inmediatamente la Revolución Ciudadana lo separó de sus filas. “Ante la sola sospecha de un acto tan monstruoso, no hay espacio para la indiferencia. Siempre estaremos del lado de las víctimas, jamás encubriremos ni protegeremos a un agresor. La integridad de una niña y su familia está por encima de cualquier militancia o cargo”, señaló la organización en un comunicado.
