El partido del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha consolidado su poder en el último eslabón administrativo del Estado, al conseguir en alianza con otras fuerzas el Gobierno de 43 de los 44 concejos municipales, en los comicios celebrados el domingo en el país centroamericano.
El propio Bukele lo anunciaba a través de su perfil oficial de la red social X, en un mensaje en el que afirmaba: «Los partidos que apoyan nuestro proyecto: 43 de 44».
En el mismo texto, el mandatario salvadoreño recalcó el carácter democrático de su país y el respeto al mandato popular en las urnas, al tiempo que destacó que «por primera vez, desde la existencia del FMLN [Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional] como partido político, obtuvieron cero diputados y cero alcaldías».
Estos buenos resultados del partido oficialista Nuevas Ideas llegan después de la abrumadora victoria obtenida en las elecciones celebradas el pasado 18 de febrero, en las que obtuvo 54 de los 60 diputados en lista, y la reelección de Bukele como presidente del país.
Como ya sucediera en los comicios del mes pasado, el mandatario se atribuyó la victoria antes de que se hayan conocido los resultados oficiales. Así, el Tribunal Supremo Electoral comenzó a ofrecer datos preliminares, a partir de la medianoche del domingo.
El alcalde de San Salvador, Mario Durán, de 40 años, también celebró con celeridad su triunfo: «Gracias al pueblo salvadoreño por seguirme dando la oportunidad de servirles. Aceptamos con humildad esta victoria», afirmó Durán también a través de la redes sociales.
La alta popularidad de Bukele proviene del respaldo de la ciudadanía a política de mano dura y su guerra contra las pandillas, con resultados espectaculares en el control de la delincuencia en dos años de estado de excepción.
En ese periodo, se han encarcelado alrededor de 75.000 presuntos miembros de pandillas y el índice de criminalidad y homicidios en el país se ha desplumado. Sin embargo, organismos de derechos humanos alertan que esa política se aplica con la vulneración de los derechos humanos de muchos de los detenidos.