Este martes 11 de noviembre de 2025 inició el quinto día de audiencia de juicio contra 17 militares de la FAE, por el caso Malvinas.
La diligencia se instaló a las 08:00. La Fiscalía llamó como testigo a un perito de la Policía que participó en la segunda reconstrucción de hechos y analizó la ropa de las víctimas (Ismael y Josué Arroyo, Steven Medina y Nehemías Arboleda) hallada en la zona de Taura.
El agente reveló que los menores de edad, tras ser detenidos por los 16 militares en el sur de Guayaquil, la noche del 8 de diciembre de 2024, fueron llevados hasta una zona apartada de la parroquia rural de Taura, en el cantón Naranjal.
El perito señaló que aquí los niños fueron bajados de las dos camionetas, y obligados a acostarse en el piso. El único subteniente procesado en este caso habría cogido una correa y empezó a pegarle al niño con la estatura más baja. El militar le preguntó dónde estaba su papá y lo recriminó por supuestamente robar.
Según el informe, lo levantó de un brazo al pequeño y le golpeó con la correa. Otro compañero le pidió que se detenga, pero el oficial se enojó y obligó a los menores a desnudarse. El militar cogió la vestimenta y la botó a un costado de la vía, donde había ceniza y humo entre la vegetación.
Aumentaron las agresiones
El sargento segundo de la Policía, que participó en la segunda reconstrucción de hechos del caso Malvinas, confirmó que los menores de edad fueron golpeados y obligados a desnudarse.
Según el informe de la segunda reconstrucción de los hechos, un militar golpeó a dos de los niños con la trompetilla de un fusil en la cabeza.
Ese instante, un soldado sacó un celular y grabó porque las cosas se “estaban saliendo de control”. Luego, otro militar insultó a los menores y le dijo a uno:
“Agradece que no te metí un tiro en la cabeza”.
Caso
Según la investigación, el 8 de diciembre de 2024, los niños Ismael Arroyo, Steven Medina, Josué Arroyo y Nehemías Arboleda se encontraban en la avenida 25 de Julio, en el sur de Guayaquil. Ese momento, fueron detenidos por una patrulla de la FAE.
Luego los niños fueron trasladados en dos camionetas hasta la parroquia de Taura, en el cantón Naranjal, sin que se les informara sobre sus derechos constitucionales ni se reportara el hecho al ECU 911 o a la Policía Nacional.
En Taura, los niños fueron desnudados, torturados y desaparecidos. Y el 24 de diciembre de 2024, los cadáveres calcinados de los niños fueron hallados en el sector conocido como Casa de Zinc. “Tras los análisis periciales correspondientes, se confirmó que pertenecían a las víctimas”, indicó Fiscalía.
