Aseguran que se activaron los protocolos de protección a posibles víctimas.
La Diócesis de Santa Elena emitió este 18 de agosto de 2025 un comunicado oficial respecto al conocido como Caso Olón. En el documento, la Iglesia Católica informó que separó de sus funciones pastorales al sacerdote Diego S., luego de que la Fiscalía General del Estado iniciara una investigación previa por presunto abuso sexual.
“Ratificamos nuestra posición de cero tolerancia e impunidad ante cualquier acto inmoral que pueda producirse”, señala el comunicado, en el que además se asegura que se activaron los protocolos de protección a posibles víctimas. La diócesis agregó que colaborará con las autoridades civiles y canónicas para esclarecer los hechos.
Investigación de la Fiscalía
La Fiscalía General del Estado confirmó que abrió una investigación de oficio tras la denuncia de que el clérigo fue encontrado con adolescentes en el interior de una vivienda la noche del viernes en Olón, localidad de la provincia de Santa Elena. El caso generó indignación y se viralizó rápidamente en redes sociales.
Videos difundidos muestran a vecinos confrontando al sacerdote, a quien señalan de encontrarse en ropa interior junto a un menor. Una mujer lo increpa llamándolo “pedófilo”, mientras otra le pregunta: “¿y qué hacen en boxer en su cuarto?”.
El sacerdote responde en la grabación: “Ellos vienen, son amigos, son acólitos, vienen, aquí todos son libres, yo no les tengo aquí retenidos a nadie, si quieren pregúnteles a cada uno”. En ese momento, un joven aparece a su lado con un control de videojuegos en la mano.
Reacción del Parlamento
La Comisión de la Niñez y Adolescencia de la Asamblea Nacional expresó su preocupación y pidió la activación inmediata de medidas de protección a los menores. “Recordamos que ninguna investidura religiosa, política o social otorga impunidad frente a delitos contra la niñez”, recalcó el organismo.
La presidenta de la Comisión, Viviana Veloz, advirtió que lo ocurrido “no puede pasar desapercibido ni quedar impune”. Además, informó que el caso será incluido dentro del proceso de fiscalización por violencia sexual institucional y clerical que se inició hace un mes.
Declaraciones del sacerdote
En una rueda de prensa, Diego S. defendió su inocencia y aseguró que la Policía acudió tras una llamada ciudadana, pero “no encontró nada”. Indicó que fue interrogado junto a los adolescentes y que los padres fueron notificados. “La Policía levantó un parte, pero no hay ninguna acusación seria para la Fiscalía. De todas maneras, estoy abierto a cualquier acción que tome la justicia y la Iglesia”, sostuvo.
El clérigo reconoció que estaba acompañado por tres jóvenes –dos de ellos hermanos– y afirmó que “todo es falso”. También dijo que una vecina ingresó a la fuerza en su vivienda y lo agredió físicamente mientras gritaba a los menores.
Preocupación
El caso ha causado conmoción nacional y reaviva el debate sobre la protección de menores frente a posibles abusos en entornos religiosos. La Iglesia ecuatoriana, en su comunicado, insistió en que no habrá tolerancia frente a actos que atenten contra la dignidad humana y anunció que seguirá activando medidas internas mientras dure la investigación