La sequía prolongada y el uso del agua del embalse Mazar, en Paute, provoca que su nivel caiga cada día.
La sequía prolongada en el austro es uno de los factores para que el nivel del agua en el embalse de Mazar, el más grande del país, disminuya a un ritmo de 80 centímetros por día.
La mañana de este lunes, la cota en la represa llegó a 2 131,71 metros sobre el nivel del mar. Nueve días antes marcaba 2 138. Si la tendencia a la baja continúa, afectará la generación hidroeléctrica del sistema paute, lo que se traduce en apagones.
Las autoridades monitorean a diario este nivel porque, para operar con seguridad, la central necesita que el agua sobrepase 2 115 metros sobre el nivel del mar.
El agua disminuye no solo por la falta de lluvias en el Austro, sino porque las reservas son utilizadas porque las compuertas se abren para generar electricidad.
El agua de Mazar sirve para las turbinas de la misma central y luego alimenta a las hidroeléctricas Molino y Sopladora, que se encuentran aguas abajo.
Las tres hidroeléctricas están funcionando. En Mazar, están activas dos de sus tres turbinas; Molino reportó esta mañana la generación de ocho de las 11 turbinas y Molino reporta que tres de sus cuatro unidades están encendidas.
En el oriente, entre Napo y orellana, la central Coca Codo Sinclair está operando con seis de sus ocho turbinas. Este lunes la generación es de 630 megavatios, cuando la capacidad instalada es de 1 500 megavatios.
