La Diócesis de Latacunga emitió un pronunciamiento público en el que condena enérgicamente toda forma de violencia y represión registrada durante el paro nacional.
La Iglesia señala que la paz no puede alcanzarse mediante la fuerza, sino como fruto de la justicia, e hizo un llamado urgente al Gobierno, Fuerzas Armadas, dirigentes y manifestantes a cesar el uso de la violencia.
En el documento, la Diócesis recordó que los reclamos de los pueblos indígenas y sectores históricamente olvidados no deben ser silenciados. Subrayó que el Estado tiene la obligación moral y legal de escuchar sus demandas, abrir canales de diálogo efectivos y buscar soluciones que atiendan las causas estructurales de la pobreza y la desigualdad.
Finalmente, la Iglesia reafirmó su compromiso de acompañar al pueblo ecuatoriano, promoviendo la paz y la reconciliación. Ofreció sus espacios como lugares de encuentro y exhortó a los medios de comunicación a mantener su labor fiel a la verdad y en defensa de los derechos de los más vulnerables.
