Descubren la gran colección de autos de lujo del presidente sirio Bashar Al Asad, quien huyó tras ser derrocado


El régimen de Bashar Al Asad en Siria ha llegado a su fin tras más de 13 años de guerra civil, y con su caída, la emblemática residencia presidencial de Nueva Shaab, en la ciudad capitalina de Damasco, ha sido tomada por cientos de civiles y combatientes rebeldes.

El pasado domingo, mientras los grupos rebeldes comandados por el líder islamista, Abu Mohamed al Jolani, tomaban el control de Damasco, se confirmaba que Asad había abandonado el país, escapando a un destino desconocido.

Pese a que en un primer momento se reportaron disparos y explosiones en Damasco, la toma de la ciudad se ha concretado con relativa calma y con pedidos por todas las partes -no solo Al Jolani- para preservar la tranquilidad, evitar la violencia y «venganzas».

En el marco del levantamiento de los insurgentes, civiles sirios se adueñaron del palacio, saqueando sus pertenencias, explorando sus lujosos interiores y descubriendo la ostentosa colección de vehículos de lujo del mandatario derrocado.

En los videos que comenzaron a circular en redes sociales, se observa a hombres, mujeres y niños recorriendo el extenso complejo presidencial, paseando por los jardines y explorando las habitaciones vacías, en su mayoría despojadas de muebles, salvo por algunos pocos objetos.

🇸🇾 Syrians have stormed Bashar al-Assad’s abandoned presidential palace in Damascus, uncovering his large collection of luxury cars.

Lo que más ha llamado la atención ha sido el hallazgo de la lujosa colección de autos de Asad, compuesta por más de 50 vehículos. En un video, los saqueadores muestran una fila interminable de coches de lujo, entre ellos Ferraris, Aston Martins, Rolls-Royces, BMWs y un Bugatti Veyron, valorados en decenas de millones de dólares.

En un país en el que el sueldo mensual de funcionarios públicos es menor de USD 50, los vehículos fueron señalados por los ciudadanos como una muestra palpable de la disparidad entre el estilo de vida del líder y los altos índices de pobreza registrados durante el conflictivo mandato de Asad.

Los combatientes rebeldes, liderados por el Organismo de Liberación del Levante, no dudaron en celebrar la caída del régimen con disparos al aire mientras recorrían el palacio, que se encuentra sobre una colina con vistas a Damasco.

En otros clips, los insurgentes exploran el lugar, caminando por pisos de mármol, entre pinturas caras y mobiliario de lujo. Incluso encontraron un jacuzzi en uno de los baños y un teléfono en lo que parece ser el dormitorio principal, junto a una lista de números telefónicos que Asad aparentemente dejó atrás.

Civiles, incluidos niños, que vivieron toda o la mayor parte de su vida bajo el mandato de la familia Al Asad, que gobernó el país árabe desde 1971, tomaban fotos en el palacio, ajenos a la presencia de los combatientes rebeldes.

Entre las primeras órdenes de los insurgentes en Damasco estuvo la de prohibir «a todas las fuerzas militares de la ciudad» que se acerquen a las instituciones públicas hasta que sean entregadas oficialmente», así como «disparar balas al aire».

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