La defensa presentó una solicitud de ampliación de medidas ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH)
La jurista alertó además que Glas podría sufrir en cualquier momento una crisis de abstinencia que lo lleve a un colapso orgánico.
La abogada Sonia Vera, defensa internacional del exvicepresidente Jorge Glas, expresó su profunda preocupación por el estado de salud físico y mental del exmandatario, advirtiendo que su vida está en peligro.
“El exvicepresidente toma más de 45 dosis de fármacos diarios, que suman más de 22 medicamentos diferentes. Este estado de polifarmacia extrema hace que cualquier traslado sin acompañamiento médico sea sumamente riesgoso”, señaló Vera.
La jurista alertó además que Glas podría sufrir en cualquier momento una crisis de abstinencia que lo lleve a un colapso orgánico, situación que —según dijo— “podría costarle la vida”.
Ante este panorama, la defensa presentó una solicitud de ampliación de medidas ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).
El pedido se basa en informes médicos que reiteran la necesidad de que el exvicepresidente sea recluido en un centro hospitalario, donde pueda reducir progresivamente la dosis de medicamentos y recibir atención psicológica y psiquiátrica especializada.
Vera rechazó el traslado de Glas a la cárcel de El Encuentro, decisión que —afirmó— no fue notificada a la defensa y que se ejecutó sin criterios técnicos claros, lo que constituiría un desacato a las medidas provisionales dictadas por la Corte IDH.
La abogada añadió que la actuación del Gobierno ecuatoriano “proporciona más argumentos a favor de Glas en instancias internacionales”, aunque expresó su temor de que el exvicepresidente “no sobreviva a la grave vulneración de derechos humanos” de la que, asegura, es víctima.
Por su parte, el presidente de la República Daniel Noboa, reconoció que la cárcel de El Encuentro no está terminada y justificó el traslado indicando que los presos estaban “alborotados porque está ganando el sí en la consulta popular”.
Para Sonia Vera, estas declaraciones representan un reconocimiento implícito de que el traslado responde a un “tema político y electoral”, calificándolo de “despropósito” enviar a Glas a un centro de reclusión inconcluso como parte de la campaña.
La abogada lamentó que este caso repita el uso político de Jorge Glas en procesos electorales, calificando de “macabra” la utilización de su imagen “para demostrar una autoridad que no existe”.
