CDL Noticias El presidente Donald Trump realizo a una visita a la nueva cárcel de alcatraz, la cual tiene capacidad para retener a 5 000 migrantes, y está ubicado en un paraje natural repleto de humedales de alto valor ecológico por la fauna y la vegetación que lo rodean. Este martes el presidente de EE.UU., Donald Trump, visitó el nuevo centro de detención para migrantes indocumentados en los Everglades, en el Condado de Miami-Dade, Florida. Apodado por el gobierno como el «Alcatraz de los caimanes» (Alligator Alcatraz), el centro de detención fue habilitado sobre una pista de aterrizaje que se utilizaba ocasionalmente para entrenamiento de pilotos en medio de una red de humedales llena de animales salvajes. Trump dijo que los detenidos tendrán «muchos policías bajo la forma de caimanes», dado que el nuevo centro de detención está emplazado en una zona pantanosa donde habitan estos animales. En la visita estuvo acompañado por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kristi Noem. Minutos antes de abordar el avión que lo trasladó desde Washington a Florida, Trump dijo sobre los futuros detenidos: «Vamos a enseñarles cómo huir de un caimán si se escapan de la prisión». «No corran en línea recta, corran así», dijo moviendo la mano de un lado para el otro. Este lunes la portavoz del gobierno, Karoline Leavitt, había adelantado la idea de que es muy difícil escapar del nuevo centro de detención. «Solo hay una carretera que lleva a él y es la única salida. Es un vuelo de ida. Está aislado y rodeado de fauna peligrosa y un terreno implacable», señaló, agregando que es una solución eficiente y de bajo costo. Se espera la llegada de los primeros detenidos este miércoles. según informó el gobierno. Congresistas de oposición han calificado la iniciativa como «un espectáculo cruel» y organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por las condiciones de vida en las que estarán los detenidos. Cientos de manifestantes han protestado afuera del recinto en los últimos días. Desde que Trump regresó a la Casa Blanca en enero, su gobierno ha implementado una agresiva campaña de redadas, arrestos y deportaciones de migrantes indocumentados. La siguiente nota fue publicada originalmente el 25 de junio. Caminando por una zona pantanosa junto a dos policías armados y música heavy metal de fondo, el fiscal general de Florida, James Uthmeier, dice en un video publicado en sus redes sociales que en ese humedal se establecerá un centro de detención para migrantes indocumentados. Uthmeier explica que el estado de Florida, bajo el control político de los republicanos, ha estado apoyando al gobierno de Donald Trump en su política de deportaciones y en la búsqueda de nuevos centros para albergar detenidos. «Creo que este es el mejor: lo llamo el Alcatraz de los caimanes», dice el fiscal, refiriéndose a la prisión federal de máxima seguridad que funcionó en la bahía de San Francisco entre 1934 y 1963. «No es necesario invertir tanto en el perímetro. Si la gente sale, no les espera mucho más que caimanes y pitones». La construcción del nuevo centro de detención, cuyas obras comenzaron esta semana, supone una readaptación del Aeropuerto de Entrenamiento y Transición Dade-Collier, ubicado a unos 70 kilómetros del centro de Miami, en medio de los Everglades, un humedal subtropical de gran importancia ecológica que alberga un parque nacional con el mismo nombre declarado por la Unesco como Reserva Internacional de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad. El aeropuerto donde estará emplazado el centro de detención migratorio consiste básicamente en una pista de aterrizaje para entrenamiento de pilotos rodeada por una vasta extensión de pantanos y ciénagas. Siguiendo la carretera US-41 Oeste, también conocida como el Sendero Tamiami, viajamos desde Miami hasta la entrada del aeropuerto siguiendo un camino sorprendente por su belleza escénica. Lleno de mosquitos y con un calor de verano agobiante, conseguimos avanzar apenas unos metros en el interior del recinto hasta que, como habíamos imaginado, un guardia en una camioneta nos bloqueó el acceso. Instalados en la entrada de la propiedad, observamos un desfile constante de camiones transportando carpas, materiales de construcción, baños portátiles y otras cargas difíciles de identificar. Parecía evidente la urgencia por habilitar el centro de detención lo antes posible. De pronto, un rápido movimiento en el agua de un pequeño canal que corre justo a la entrada del recinto, seguido por un sonido proveniente de la vegetación, nos hizo preguntarnos si se trataría de peces, víboras o los cientos de caimanes que merodean por el humedal y que ocasionalmente se acercan al camino. Poderes de emergenciaSi bien la propiedad donde está emplazada la pista de aterrizaje pertenece al Condado de Miami-Dade, la decisión de convertirla en un centro de detención fue tomada por las autoridades del estado de Florida en virtud de una orden ejecutiva emitida en 2023 por el gobernador Ron DeSantis, invocando poderes de emergencia para contener el flujo de migrantes indocumentados. El nuevo centro, que según el fiscal Uthmeier tendrá una capacidad para recibir a más de 1.000 detenidos y comenzará operaciones en el mes de julio, se está convirtiendo rápidamente en uno de los símbolos más controvertidos de la ofensiva migratoria del gobierno de Trump. Y no es el único. Decenas de otras instalaciones están siendo acondicionadas con el mismo propósito, dado que el gobierno necesita una infraestructura carcelaria que le permita albergar a los detenidos, mientras consigue acelerar el ritmo de las deportaciones. Desde que el migrante indocumentado es detenido, hasta que aborda un avión hacia otro país, pueden pasar semanas o meses, y diversos informes de organizaciones de derechos humanos indican que los centros están sobrepoblados hasta el punto de que en muchos deben dormir en el suelo. Según datos obtenidos por la cadena de noticias CBS, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus cifras en inglés) tiene un récord de 59.000 detenidos en todo el país, lo que supone una utilización por encima del 140% de su