El Tribunal acogió el pedido de la Fiscalía y ratificó las medidas cautelares para el expresidente. Bucaram deberá continuar con presentaciones periódicas, uso de grillete electrónico y prohibición de salida del país.
La tarde de este viernes 11 de abril, se suspendió la audiencia de juicio contra el expresidente Abdalá Bucaram, su hijo Jacobo Bucaram y dos personas más. Los cuatro son procesados por el presunto delito de delincuencia organizada, en el denominado caso Pruebas Covid-19 Agentes AMT.
La audiencia de este viernes, se instaló luego de siete diferimientos. En su alegato inicial, la Fiscalía expuso la relación de los hechos ocurridos entre marzo y agosto de 2020, cuando se habrían comercializado irregularmente pruebas para detectar Covid-19.
Durante la diligencia, la Fiscalía intentó probar que, en estos meses de 2020, los procesados conformaron una estructura delictiva que obtuvo beneficios económicos en el contexto de la comercialización de 21.000 pruebas rápidas para la detección de la Covid-19 y otros insumos médicos, durante la emergencia sanitaria.
Según la entidad, se habrían movilizado bienes y servidores públicos de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), para el traslado de las pruebas.
Los agentes se habrían encargado de brindar seguridad a los extranjeros Sheinman O. y Shy D. (asesinado el 8 de agosto de 2020 en la Penitenciaría del Litoral).
Los ciudadanos de origen extranjero fueron aprehendidos en delito flagrante en la provincia de Santa Elena con el dinero en efectivo. Además, los agentes encontraron USD 212.510 y 385 euros en el departamento en que se hospedaban.
Sheinman O. y Shy D., se movilizaban con credenciales falsas, simulando ser agentes de la DEA. Por estos hechos, Sheinman O. fue sentenciado a 20 meses de prisión por el delito de uso doloso de documento falso.
El juez indicó que la audiencia se reinstalará este lunes 14 de abril a las 08:30. Aquí Fiscalía probará que Jacobo Bucaram ejercía -mediante llamadas telefónicas- amenazas sobre Shy D., para que modifique las declaraciones sobre los hechos que lo involucraban directamente en la trama de delincuencia organizada.
Si el extranjero cedía ante estas amenazas y cambiaba su versión, Abdalá Bucaram ofrecía interferir en decisiones judiciales para mejorar su situación jurídica. Finalmente, Shy D. fue asesinado en la Penitenciaría del Litoral.