Comprar un antigripal sin receta médica en una farmacia de Guayaquil es prácticamente imposible. La medida, vigente desde 2013 por disposición de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (ARCSA), busca evitar riesgos por automedicación, especialmente ahora con el aumento de enfermedades respiratorias como la tosferina y el dengue.
Miguel Urgilés, farmacéutico, explica que esta regulación “siempre ha existido”, y recalca que “por seguridad del negocio y del paciente, se exige una receta médica”. Otra profesional del área añade que incluso preguntan al cliente por sus síntomas y, si no presentan la receta, no pueden despachar el medicamento.
