_Cuando el Binomio de la Verdad gobierne, si no logramos resolver el problema de los apagones, renunciamos_.
A propósito del Día Internacional de la Mujer Rural, Francesco Tabacchi y Blanca Sacancela visitaron la Comuna Ancestral Lumbisí, en el norte de Quito, donde fueron recibidos entre bailes folclóricos, juegos pirotécnicos y pinturas hechas en piedras, realizadas por artistas locales, a manera de reconocimiento para los visitantes, que con su sola presencia ya estaban visibilizando a estas mujeres de nuestra ruralidad que se sienten olvidadas, con su sobrecarga de violencia y pobreza.
“Ya sabemos que a dos de cada diez mujeres, no les pertenece la tierra para la cual trabajan, también sabemos que seis de cada diez mujeres han sufrido algún tipo de violencia, y también sabemos que ustedes son la cabeza de familia, las que no solo tienen que dedicarse al trabajo, sino que también se tienen que dedicar a los hijos, al hogar, a la familia”
El acto continuó en medio del apagón energético programado, que ocasionó un gran malestar en la Comuna de Lumbisí, especialmente en las mujeres que laboran en el campo, como Conchita Toapanta .
“Por ejemplo, nosotros en el trabajo, nosotros nos manejamos por medio de internet y es pésimo, es pésimo, no podemos hacer el trabajo porque lamentablemente no hay luz. Yo creo que, en este momento, estamos pasando una situación muy lamentable; y, la verdad, a todos no ha afectado y creo que eso no ven los políticos. Este país necesita cambios, no necesita pura palabrería, necesita cambios, necesita que alguien diga basta.”
En la zona otro grupo perjudicado es el de las emprendedoras que cocinan, que con los cortes de luz, no les queda más que cerrar sus negocios.
“Se complica en diferentes formas, se dañan los alimentos, no podemos trabajar, hacer todas las actividades que hacemos como mujeres. Nos afecta también como emprendedoras, tenemos que cerrar nuestros negocios, ha habido muchas pérdidas, se nos dañan los productos”
Todas las mujeres del Ecuador llevan un poco ese espíritu guerrero que se siente en Lumbisí, esa fuente inagotable de fortaleza y resiliencia por los suyos, por las que sólo hay orgullo y respeto. “Desde Lumbisí, a esta hora de la noche, un saludo para la mujer rural, apasionada, familiar, cabeza de hogar, trabajadora y siempre preocupada por todo, un gran abrazo”
Y es que en efecto, los apagones sólo refuerzan ese ciclo de pobreza al limitar sus actividades productivas, la calidad de los productos agrícolas y la capacidad para que estas mujeres puedan desarrollarse con un empleo digno. Por ello, es de admirar su entereza y voluntad para salir adelante, pese a que todo parece cuesta arriba; y, por ellas, resolver el problema de los apagones es fundamental en un _Gobierno de Verdad_ para proteger a los más vulnerables.
