La bancada de Pachakutik se dibuja como un elemento clave para que el reelecto presidente Noboa pueda tener gobernabilidad con una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.
El liderazgo de Leonidas Iza en el movimiento indígena enfrenta otro golpe político porque ocho asambleístas de Pachakutik tuvieron el primer acercamiento público con el gobierno de Daniel Noboa.
Ese encuentro tomó por sorpresa a Iza, quien los acusó de traidores y según él, lo dejó con «el corazón dolido». En un comunicado de 12 párrafos escribió: «a los asambleístas que eligieron ese camino, les hablo con frontalidad: no se puede caminar con el pueblo mientras se firma a sus espaldas».
La escasa o nula comunicación de Iza con los legisladores electos quedó en evidencia, pues poco después Pachakutik respondió con otro comunicado y aclaró que «esa reunión fue protocolaria, y hasta el momento no se ha llegado a ningún acuerdo con el Ejecutivo, ni con otro sector».
La intención de Leonidas Iza es sostener a los asambleístas en unidad con los movimientos de izquierda, principalmente con el correísmo con quienes él firmó un acuerdo para apoyar la candidatura presidencial de Luisa González del movimiento Revolución Ciudadana. En la práctica dicha unidad no se logró consolidar, pues la decisión de apoyar al correísmo generó serias disputas entre las bases indígenas que tampoco apoyaron el argumento del fraude.
Esta vez, Leonidas Iza firmó su comunicado como presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), pero no tenía el logo de la organización y las cuentas en redes sociales de la Conaie tampoco lo replicaron.
Otro elemento que refleja la ruptura de las agrupaciones indígenas que se desmarcaron de Iza y apoyaron a Noboa con el voto popular de sus comunidades.
La bancada de Pachakutik se dibuja como un elemento clave para que el reelecto presidente Noboa pueda tener gobernabilidad con una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.