El expresidente de Bolivia recupera su libertad, pero el proceso judicial continúa en su bastión de Cochabamba.
Este miércoles 30 de abril, una jueza departamental de Bolivia anuló la orden de captura contra Evo Morales, expresidente del país, que había sido emitida en el marco de un caso de trata de personas.
La decisión judicial fue confirmada por el abogado defensor de Morales, Nelson Cox, quien explicó que la orden de captura había sido totalmente anulada, lo que le otorga a Morales «libertad irrestricta».
Sin embargo, el proceso judicial no concluye, ya que se reiniciará en la localidad de Villa Tunari, en el Trópico de Cochabamba, región en la que el exmandatario reside y donde el caso continuará siendo procesado.
El caso y las acusaciones contra Morales El caso contra Morales comenzó en 2024, cuando la fiscal de Tarija, Sandra Gutiérrez, emitió una orden de captura por la supuesta relación de Morales con una menor de edad durante su presidencia. Se alegó que Morales tuvo un hijo con la menor, lo que derivó en una acusación de trata agravada de personas.
Este tema ha estado envuelto en controversia desde que el proceso se reabrió en 2020 con una nueva tipificación del delito. Morales ha defendido su «absoluta inocencia» y ha señalado que el proceso estuvo marcado por «irregularidades», ya que el caso había sido cerrado antes de ser reabierto.
A pesar de las acusaciones, Morales continúa siendo una figura clave en la política boliviana. En medio de esta situación judicial, el expresidente ha anunciado su intención de participar como candidato presidencial en las próximas elecciones de agosto de 2025.
Esta postura desafía el fallo constitucional que prohíbe la reelección continua o discontinua, ya que el expresidente busca regresar a la presidencia por cuarta vez. Los seguidores de Morales también han anunciado que marcharán hacia La Paz el próximo 16 de mayo para formalizar su candidatura, aunque aún no han revelado el partido con el que se presentará a las elecciones.