La mega cárcel en El Salvador cumple dos años albergando 14 mil pandilleros
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, compartió un video en la red social X mostrando a miles de reclusos condenados por delitos menores trabajando en lo que se asemeja a una gran fábrica.
«40 % de nuestra población penitenciaria ya está pagando su deuda con la sociedad. A cambio, reciben una sentencia más corta y aprenden una habilidad. Ellos nos ayudarán a construir carreteras, hospitales y escuelas; fabricarán nuestros uniformes y muebles; cultivarán y cosecharán nuestras cosechas; y nos ayudarán a limpiar nuestros ríos», explicó el mandatario.
Bukele, conocido por su estrategia de mano dura contra las pandillas que azotaban el país, defendió el programa de trabajo en prisión, destacando que los reclusos, a cambio, reciben “una sentencia más corta y aprenden una habilidad”. Sin embargo, el mandatario aclaró que este programa «NO está disponible para violadores y asesinos», lo que limita su alcance a aquellos condenados por delitos menores.
El presidente agregó que los reclusos participan en proyectos de infraestructura que beneficiarán a la nación, como la construcción de carreteras, hospitales y escuelas. Además, mencionó que ayudarán a fabricar uniformes y mobiliario, cultivarán cosechas y trabajarán en la limpieza de ríos.
El sistema penitenciario de El Salvador ha estado en el centro del debate en los últimos años, especialmente desde la construcción del Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), una megacárcel ubicada en Tecoluca, a más de 75 kilómetros de la capital San Salvador. Esta cárcel, inaugurada hace dos años, se ha convertido en un símbolo de la guerra de Bukele contra las pandillas.
La megacárcel es un complejo de cemento, hierro y acero, protegido por guardias penitenciarios y soldados apostados en torres de vigilancia. La Cecot alberga a los pandilleros y delincuentes más peligrosos del país.
En su segundo mandato, Bukele ha defendido su política de seguridad, señalando que ha logrado reducir la violencia en el país y debilitar la estructura de las pandillas. A su juicio, la megacárcel y otras medidas han transformado a El Salvador, convirtiéndolo de un país sumido en el caos y la violencia en uno de los más seguros de América