Bukele recibe a 250 miembros del Tren de Aragua y la Mara Salvatrucha, de Venezuela, deportados desde EE.UU.

El Salvador recluirá a los criminales en su prisión de máxima seguridad, mientras Trump endurece su política migratoria.

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció este domingo la llegada de 238 integrantes de la banda criminal Tren de Aragua, trasladados desde Estados Unidos para su reclusión en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), una de las prisiones de máxima seguridad del país. Según Bukele, estos individuos permanecerán en prisión por un período de un año, con posibilidad de renovación.

El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, confirmó la deportación y destacó que también se enviaron 23 integrantes de la pandilla MS-13, incluyendo dos líderes peligrosos, para enfrentar la justicia en El Salvador. Rubio elogió la política de seguridad de Bukele y aseguró que la medida permitirá desarticular las redes criminales vinculadas al narcotráfico y otros delitos en la región.

Estados Unidos agravia sus políticas migratorias
Este anuncio se produce un día después de que el expresidente Donald Trump invocara la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, permitiéndole agilizar la expulsión de individuos sin autorización legal en el país. La administración Trump ha justificado esta acción alegando que el Tren de Aragua es un grupo criminal transnacional que representa una amenaza para la seguridad de EE.UU. y actúa en complicidad con el régimen venezolano de Nicolás Maduro.

Según la orden ejecutiva firmada por Trump, el Tren de Aragua ha utilizado los flujos migratorios venezolanos para infiltrar delincuentes en territorio estadounidense y realizar actividades ilícitas como asesinatos, secuestros, extorsiones y tráfico de drogas. La Casa Blanca considera que la organización opera en coordinación con el Cártel de los Soles, una estructura criminal presuntamente patrocinada por el gobierno de Venezuela.

El Tren de Aragua surgió en 2014 en una cárcel de Venezuela y ha expandido sus operaciones a varios países de América Latina y Estados Unidos. En febrero, el gobierno de Trump lo designó como una organización terrorista global. Bukele, por su parte, reiteró su compromiso de seguir combatiendo el crimen organizado y destacó que esta cooperación con EE.UU. fortalece la seguridad de ambas naciones.

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